En tan sólo un año y medio de su creación, que fue el 15 de marzo del año pasado, la agrupación Genaro contiene a 115 niños del barrio La Movediza, a quienes además de brindarles la alimentación a través del comedor, les otorga la posibilidad de realizar un deporte.
David Lavín, el responsable del comedor, contó que el nombre de la agrupación surgió porque Genaro es el nombre de su hijo.
Contó que comenzaron con uno de sus mejores amigos, la esposa de este y su madre con una escuelita de fútbol entrenando 7, 8 nenes del barrio que siempre pasaban por su casa.
“Antes de terminar se nos ocurrió la idea de darles una merienda así que mi amigo, mi mamá, mi mujer y yo compramos para hacerles la merienda a los nenes. Al otro día, en vez de 7, 8 teníamos 25. Después pasamos a tener 35, involucramos a las nenas, de 40 a 60, 70, 80, 90 y a fin de año teníamos 115 pibes, hoy tenemos esa cantidad”, afirmó.
Los entrenamientos los realizan a dos cuadras de ahí detrás del CIC. Allí, contó que “el año pasado logré que me hicieron el lugar para que pudiera plantar dos arcos para armar la cancha”.
En tanto, aclaró que “nunca aceptamos dinero, ni 5 pesos ni 5 millones ni nada, así que lo que aceptamos son solamente alimentos. El Día del Niño se pidieron juguetes, chocolates y dulces, para Navidad también. Las garrafas y la luz lo pagamos nosotros y después todos los alimentos son donados”.
El club y un nuevo comedor
Por otro lado, contó que a 10 cuadras de donde funciona hoy el comedor, en De la Canal al 1100 van a abrir otro comedor y un club el 1 de octubre.
“Vamos a abrir el club porque es el único lugar de Tandil que hay tantos pibes y no hay club, así que decidimos hacerlo. Ya estamos participando de todos los torneos pero lo que vamos a hacer es que sea club para todo el barrio y se va a llamar agrupación Genaro Movediza o algo así”, adelantó.
En ese mismo lugar va a haber comedor, gimnasia artística y otras actividades que vayan surgiendo. Explicó que los profesores y quienes allí trabajen serán “gente que colabore porque no manejamos dinero para pagar. Yo soy plomero, mi señora hace indumentaria deportiva,, el otro profe es techista, mi mamá ama de casa, mi hermana trabaja en un geriátrico, sinceramente no tenemos dinero pero la gente que quiera sumarse será bienvenida”.
Decidieron abrir otro comedor en “la otra parte de La Movediza” porque saben que “hay otros chicos en esa zona que no están viniendo por muchas cosas, porque por ahí tiene que caminar 15 cuadras y hoy por hoy muchos nenes tienen poco acompañamiento de los padres”.
El club se está construyendo en un terreno que pertenece a su mujer en Santa Cruz y Azucena.
“Ahí va a funcionar comedor para aquella zona pero eso va a ser el club, va a haber cancha de fútbol, tenis, cuanto más cosas le podamos incorporar mejor”, indicó.
Actualmente al comedor asisten chicos desde los 4 años en adelante que comen en tres tandas: primero los más chiquitos, luego los más grandes y por último las nenas.
“A las cinco de la tarde entrenar las nenas fútbol. Están compitiendo en torneos, los clubes nos incorporan sin pagar inscripción porque no trabajamos con plata”, señaló.
Asimismo, tienen a un chico que les habla a los nenes sobre la droga y otras cosas de la vida.
“Éramos cuatro personas las que empezamos y ahora somos once, tirando todos para el mismo lado. Estamos luchando para que sea un club”, afirmó.
La educación
Destacó que las actividades que hacen los chicos en la agrupación son “importantes en todo sentido” y resaltó que “hay nenes que hace un año que están y en tres meses cambiaron el ciento por ciento. Veo los cambios en todo sentido, en el hablar, en el respeto en la calle, llegan y saben que tienen que saludar a todos los que están”.
Aseguró que les están dando una mano para levantar el club pero aclaró que “nosotros no hacemos política así que no le aceptamos un cartel a nadie. Hacemos las cosas por amor o pasión o como lo quieran llamar. Nos van a ayudar a levantarlo al club para que el barrio pueda tenerlo como en muchos lugares, Las Tunitas tiene el suyo, Villa Aguirre, Palermo”.
“Nosotros vamos aprendiendo sobre la marcha, con los nenes. Si un nene dice me gusta hacer patín, tratamos de buscarle la vuelta para que pueda tener patín. No tenemos experiencia, ahora hace un año y medio que estamos y conocemos a los pibes, a todos los chicos que vienen”, indicó.
Y explicó que “cuando los conocimos los chicos discutían con todo el mundo, decían mucho perro, gato, gil y muchas malas palabras. Hay que tener en cuenta que en La Movediza son todos nenes y no hay nada para hacer. Pero desde que están con nosotros cambiaron en el hablar, en el respeto, saludan a todos, dicen gracias, aprendieron que el perro y el gato son animales, que no se les dice así a las personas”.
“Cuando decían perro o gato les hacíamos dar dos vueltas a la cancha y si lo volvían a decir cuatro vueltas y si lo volvían a decir los suspendíamos por dos días así que hoy ya no lo dicen, son más de cien pibes que son educados, no te van a faltar al respeto. Nosotros no somos sirvientes de nadie, cada uno se agarra su plato, nosotros cocinamos y lo lavamos pero cada uno junta lo que usó”, indicó.
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