Los investigadores del crimen de la mujer que fue hallada con un balazo en el pecho dentro de su auto creen que el asesinato pudo haber sido cometido en el marco de un intento de robo, aunque no descartan un posible femicidio.
“No se puede descartar nada. Podría ser un intento de robo o un femicidio. Todo está bajo investigación”, dijo a Télam una fuente judicial ligada a la causa.
Lo que ya sabe el fiscal a cargo del caso, Ignacio Correa, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del Departamento Judicial de San Martín, es que el crimen de la empleada bancaria Marcela Verónica Rota (44) ocurrió el jueves a la noche cuando ella había salido a hacer una serie de compras con su auto, un Volkswagen Bora gris.
La familia le contó a los investigadores que, después de las 19, Rota pasó por la casa de sus padres, en Ramos Mejía, para dejarles a su cuidado a su hija y que regresaba luego de hacer unas compras.
Los investigadores ya tienen en su poder las imágenes de una cámara de seguridad en la que se observa a Rota, vestida con una campera color violeta, comprando en una verdulería a las 20.18.
Se cree que, tras esa compra, la mujer se dirigió a su vehículo para regresar a lo de sus padres a buscar a su hija y que, en ese momento, fue abordada por un tirador que le efectuó un disparo por el pequeño espacio abierto que había en la ventanilla del conductor.
Según las fuentes, la mujer tenía cerca de una de sus manos el teléfono celular y la billetera, como así también bolsas con mercadería de compras que ya venía de realizar.
“Por un lado, pareciera ser un intento de robo. Como si hubieran metido el arma por el espacio abierto de la ventana del auto, ella aceleró y le dispararon. Pero tampoco se puede descartar que la hayan seguido y sea un crimen motivado por algún conflicto personal”, recalcó la fuente judicial consultada por Télam.
Es que una hermana de la empleada bancaria asesinada declaró ante la policía que hacía dos años que Rota tenía problemas personales con su expareja –un médico cuya identidad se resguarda ya que no está imputado-, y que su hermana hizo denuncias por violencia de género, un conflicto que ahora está en la mira de los investigadores.
José, empleado de una pizzería ubicada en la esquina donde ocurrió el hecho, explicó que todo ocurrió cerca de las 20, cuando él estaba por cerrar el local y vio el Bora circulando “despacito” por la calle Rafaela, que cruzó la avenida Díaz Vélez y que ya en la calle González Castillo, “sube la vereda y choca la puerta de un vecino”.
Un dato aportado por el testigo es que cuando vio pasar el auto observó que la víctima, aún consciente, “venía mirando hacia atrás”, como si se estuviera fijando si alguien la estaba siguiendo. (Télam)
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