El titular del Juzgado de Garantías 1, José Alberto Moragas, hizo lugar al pedido del fiscal Gustavo Morey y le otorgó la prisión preventiva a Sebastián D’Angelo, quien se encontraba detenido desde hacía 28 días a disposición de la Justicia, imputado por el deceso de Romanela Ruiz Sánchez, tras el accidente vial en la avenida Marconi y Roca.
El imputado por la muerte de Romanela fue aprehendido el 12 de julio pasado, bajo la carátula de “Homicidio culposo agravado”, a la vez que le negaron la eximición de prisión.
De acuerdo a lo que el abogado querellante, Juan Pablo Bertucci, manifestó en esa ocasión a este Diario “la excarcelación es discrecional del juez, si considera y entiende que no hay peligro de fuga, se la otorgará”. Para decidir esto, el juez contaba con un plazo de 15 días prorrogables a 15 más. Cumplido el período establecido por la ley, debía determinar la liberación o prisión del imputado hasta tanto se celebre el juicio y se emita una condena o se dicte la absolución.
Antes de finalizar el plazo estipulado, el juez Moragas decidió dictar la prisión preventiva a D’Angelo al considerar que el comportamiento posterior al hecho juzgado es un indicador para presumir que, de concederle la libertad, podría eludir el proceso y entorpecer la investigación.
Los fundamentos de la decisión
Tal como se desprende del expediente de la causa, Moragas basó su decisión en que “huir del lugar a bordo del vehículo que conducía, con el fin de ocultar dicho rodado en su domicilio emplazado a escasos metros del lugar del hecho, cubriéndolo con una lona de color negro, siendo hallado en virtud de una orden de allanamiento tres días después del hecho, tiempo suficiente en que pudo reflexionar sobre la conducta asumida y deponer su actitud, robustecen los peligros procesales de elusión del proceso y entorpecimiento probatorio”.
Para la Justicia, los elementos probatorios en contra de D’Angelo son suficientes y lo ubican en el lugar de los hechos como el conductor del vehículo Volkswagen modelo Bora de color gris oscuro que la noche del 6 de mayo último le ocasionó la muerte a la joven de 23 años en la intersección de Marconi y Roca, al girar de manera imprevista hacia la izquierda, en una encrucijada cuya vía semaforizada no lo permite.
Al realizar esta maniobra, se interpuso en el paso de circulación de la motocicleta guiada por Romanela Ruiz Sánchez, quien se desplazaba en la misma dirección, en ocasión que la luz de color verde se lo habilitaba, provocando que esta lo impactara con el frente del ciclomotor en la puerta delantera izquierda.
Por disposición del magistrado, Sebastián D’Angelo esperará el juicio en prisión, al considerarlo autor penalmente responsable del delito de “Homicidio culposo agravado en los términos del artículo 84 bis del Código Procesal Penal”. El tiempo que el imputado pase detenido bajo la figura de la prisión preventiva, será computado como cumplimiento de condena si existiera un fallo condenatorio posterior.

Hace un mes, en Marconi y Roca, familiares de Romanela Ruiz Sánchez pintaron una estrella amarilla en su memoria.
Las repercusiones del caso
Cabe consignar que el siniestro en el que la joven perdió la vida generó una gran conmoción en la opinión pública debido a que el responsable se dio a la fuga y no auxilió a la víctima. Romanela falleció al día siguiente de producido el hecho en el Hospital Santamarina, como consecuencia de las lesiones y traumatismos que sufrió.
Durante tres días se llevó a cabo la búsqueda del vehículo involucrado en el episodio, hasta que el 9 de mayo del corriente apareció oculto en el garaje de una vivienda ubicada en Montiel al 600 y se procedió al secuestro del Bora. Luego, familiares y amigos de Romanela encabezaron diversas movilizaciones para pedir por el esclarecimiento del delito.

Familiares de Romanela se manifestaron en diferentes ocasiones para reclamar justicia por el hecho.
Los informes periciales permitieron establecer que, efectivamente, el automóvil sindicado fue el que protagonizó el fatal suceso. Además, se reunieron otros elementos probatorios, entre ellos cotejo de heridas y muestras de sangre, y declaraciones de testigos. Posteriormente, como fue mencionado antes, el 12 de julio el imputado fue detenido en un taller mecánico de Figueroa 1298 y alojado en la Seccional Primera de policía de la ciudad, donde permanece hasta la fecha.
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