El profesor de teatro se desligó del presunto abuso en el Jardín 901

A través de un comunicado, el profesor de teatro señalado por un presunto abuso en el Jardín de Infantes 901 hizo su descargo y explicó que “tengo la necesidad de expresarme y dar a conocer mi verdad”.

En la nota, que lleva la firma de puño y letra y el número de documento, Juan Rosso expuso que “después de cuatro meses de lo denunciado en el Jardín 901, lugar en el que empecé a trabajar como profesor de teatro el 13 de junio de 2019, tengo la necesidad de expresarme y dar a conocer mi verdad”.

En principio, señaló que “es importante aclarar que al día de la fecha no fui imputado y que todavía no he sido llamado a declarar” y agregó que “mi objetivo no es entorpecer la investigación del fiscal; siempre estuve a derecho y a disposición de la Justicia, por eso no he hecho declaraciones en los medios, ni he contestado ningún agravio, ni acusación, pero hoy siento la necesidad de que mi voz sea escuchada ante este linchamiento mediático y por redes sociales”.

 

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Las pruebas

Por otra parte, Juan Rosso expresó que “quiero manifestar y dejar en claro que el hecho denunciado no sucedió, al menos como fue presentado”.

Al mismo tiempo, que el presunto abuso “fue desmentido por los siguientes elementos de prueba” y argumentó que “primero por la pericia médica, donde no se encontraron pruebas de abuso alguno ni lesiones”.

En segundo término, indicó que “lo que se denuncia no coincide con los testimonios de los tres niños en Cámara Gesell, los cuales dieron lugar a otras posibles hipótesis que no se refieren a mi persona y entiendo que hasta el momento no han sido investigadas”.

Además, Juan Rosso consignó que “en tercer lugar, se encuentran como pruebas las declaraciones del personal del jardín, que afirman haberme visto junto al grupo dentro del SUM y ninguna oportunidad haber acompañado a nadie al baño. No conozco el baño del jardín, nunca fui y tengo testigos”.

Para finalizar, el profesor señaló que “esta no es una denuncia más, y eso lo tengo y tuve muy en claro siempre. Es un hecho muy grave y aberrante, totalmente repudiable. Una denuncia de estas características es muy dañina y puede perjudicar a cualquier docente. Por eso no podemos dejar de prestarle atención a los niños, cuando quieran comunicarse hay que escucharlos y llegar a la verdad”.