Tras un extenso debate, el Concejo Deliberante aprobó por mayoría los balances del año pasado correspondientes a la Administración Central y al Sistema Integrado de Salud Pública (SISP). La mayoría oficialista de Juntos por el Cambio logró el acompañamiento de Integrar, que consideró que debía apoyar a la gestión del intendente Miguel Lunghi en un año tan particular como complejo, signado por la pandemia de Covid-19, la urgencia de destinar más recursos a salud y la retracción de las actividades económicas.
En tres horas de debate, el Frente de Todos desplegó fuertes críticas, fundadas en el rechazo a la situación de “quebranto” que el Departamento Ejecutivo advirtió, en distintas oportunidades, durante el primer año de la pandemia.
Desde el oficialismo, molestos por el anticipo de las conclusiones que la primera minoría envió a los medios, argumentó falta de previsibilidad o “indefinición” sobre los recursos que iba a disponer y sostuvo que recién en el último trimestre empezaron a llegar más fondos de la coparticipación. Además, en el final, Mario Civalleri renegó de las “lecturas tramposas” de los datos de la rendición de cuentas, y le recordó al Frente de Todos que “hay que decir toda la verdad” y en la administración diaria, “la tiene el que gobierna”.
Por último, consideró que “me parece que tenemos que ser un poco más considerados” y cuestionó la gacetilla que “prácticamente acusa al Gobierno de mentir”, lo que entendió “injusto” al repasar declaraciones de funcionarios nacionales en el marco de la pandemia, la cuarentena, los contagios respecto de otros países y la llegada de las vacunas.
De prioridades
En el inicio, la presidenta de la Comisión de Economía, María Haydée Condino, hizo hincapié en las singularidades de la pandemia y recordó que la rendición de cuentas “es una foto” (frase que hizo popular su antecesor José Luis Labaroní) al 31 de diciembre de 2020.
Tras repasar los resultados del balance -arrojó un déficit consolidado de unos 73 millones de pesos-, advirtió que las previsiones de recursos calculadas en el Presupuesto 2020 resultaron muy distintas y los recursos fueron ingresando a lo largo del año. Además, destacó la variación del dólar y la inflación del 36,1 por ciento.
“Sin miedo a equivocarme, tuvimos el peor año, económico, político, social y sanitario de los últimos 20 años”, dijo y marcó como prioridades de la comuna “pagar los sueldos” y “llevar adelante la gestión de la pandemia, de la forma que un municipio lo puede hacer”. En ese sentido, advirtió que el Estado municipal no emite moneda, no tiene letras y no se endeuda con el FMI. Por lo cual, la Municipalidad “racionalizó sus gastos” para cumplir con los objetivos principales.
En cuanto a los recursos, afirmó que Tandil “recibió 250 millones menos”, lo que implica un mes y medio de salarios para toda la planta municipal.
Reparó en la etapa más dura de la cuarentena, que se renovaba cada 15 días, mientras “la economía se derrumbaba” y a nivel local indicó que la Tasa Unificada a la Actividad Económica cayó en 40 millones de pesos respecto a lo estimado, un 11 por ciento; la Retributiva de Servicios recaudó 44 millones menos (15 por ciento); la de Servicios Sanitarios resignó 35 millones (14 por ciento); la Tasa de Salud tuvo 15 millones menos (un 6 por ciento); como así también el Impuesto Automotor, derechos por uso del espacio público, las infracciones, el Derecho a la Construcción, entre otras.
Recordó que por unanimidad, el Legislativo aprobó medidas para sectores afectados, como eximiciones de pago de tasas, mínimos de la TUAE, corrimientos de vencimientos y condonación de intereses, que implicaron para la comuna 9,1 millones de pesos menos.
También se refirió a la merma de los recursos estimados que envió la Provincia: 42 millones de la coparticipación, 50 millones del Fondo Educativo (un 30 por ciento), 6 millones menos del Fondo de Fortalecimiento de los Recursos Municipales; 2 millones del Fondo de Fortalecimiento de Programas Sociales; 10 millones de Bingos y Casinos. “No es novedad porque todos lo hemos leído por las planillas de las rendiciones de cuentas y también por la información, más detallada y resumida, en la reunión con el secretario de Economía”, se floreó.
Agregó que la Provincia otorgó dos préstamos por 43 millones de pesos. “Es cierto que la Municipalidad recibió algunos fondos”, pero sostuvo que llegaron “de manera errática”, lo que provocó que “el Municipio no pueda proyectar más de dos meses”.
“Perdimos todos”
En paralelo, describió los recursos que demandó la pandemia. “No perdamos de vista de qué tipo de año estamos hablando”, reiteró y reparó que se desafectaron 142 millones de pesos de cuentas especiales, sobre todo del Fondo de Inversión Vial. De ese total, 110 millones fueron al Sistema de Salud y el resto a otras áreas vinculadas a la gestión del Covid.
Agregó que “la pandemia no está siendo gratis”, ya que el Municipio tuvo que girar un 7 por ciento más a Salud, unos 170 millones por encima de lo presupuestado y como ejemplo, manifestó que un día de internación con respirador cuesta 70 mil pesos y añadió que una de las drogas para sedar al colocar el respirador subió de 100 pesos a mil por ampolla. También reparó en que el Hospital pasó de 7 a 16 camas de terapia intensiva.
“No hay ganadores y perdedores en la pandemia; en la pandemia perdimos todos. Perdió el vecino que no pudo abrir su negocio; el restaurante que tenía la silla arriba de la mesa; el hotel que no pudo alojar a nadie; los nenes que no pudieron ir a clases; los universitarios que no se pudieron recibir; perdió la Provincia, la Nación y el Municipio; perdieron los médicos; las enfermeras y los supermercadistas que no dejaron de trabajar un día. No busquemos ganadores en la pandemia, si seguimos intentado encontrar al ganador o señalar al perdedor, lamentablemente este año de crisis no habrá servido para nada”, evaluó la relatora de Juntos por el Cambio.
Planificación “estratégica”
Su par Luciano Grasso se enfocó en la situación del Sistema Integrado de Salud Pública y destacó que el Ejecutivo supo “planificar estratégicamente” ante la sorpresa de la pandemia.
Señaló que irrumpió “algo nuevo y desconocido”, pero además “la incertidumbre” sobre lo que podía pasar. En este sentido, indicó que tuvieron que cerrar ciertas prestaciones para atender el Covid.
Evaluó que el SISP se enfocó en la prevención, rastreo y testeo, aislamiento y en la atención de los contagiados, “lo que tuvo su repercusión en materia presupuestaria” tanto en personal como en insumos.
Consideró que el año pasado fue “trágico” y destacó que el camino que eligió el Municipio fue el de reasignar partidas e incrementar el financiamiento para salud “en este 2020 inolvidable”.
Las “muletillas”
Por el Frente de Todos, el vicepresidente de la Comisión de Economía, Juan Arrizabalaga, confirmó el análisis que había anticipado en vísperas al debate. Recalcó que hay cuestiones con las que están de acuerdo, como la coyuntura “especialísima” de la pandemia, en el “marco de una película que está sin terminar”.
Además, le advirtió a Maridé Condino que entienden la diferencia entre los aspectos contables y la dinámica financiera. “Aun así, los análisis de determinados relatos de la realidad junto a los datos contables, nos llevan a tener una mirada distinta que intercambiar y para ofrecerle al conjunto de la comunidad”, aseveró.
Entonces, apeló a “algunas muletillas del Ejecutivo” para hacer su lectura y puso en crisis “el relato” de la dinámica financiera, por lo que rechazó el “quebranto” y los presagios de una caída de 700 millones de pesos en el Presupuesto 2020. “La caída del presupuesto municipal final fue del 2 por ciento”, contrapuso.
De igual modo, acusó que el Ejecutivo “intentó construir una grieta política” cuando reiteraba que la Provincia no enviaba fondos. “Los números dicen que el gobierno provincial de Kicillof aportó 2 por ciento más que lo estimado”, afirmó y evaluó que muestra una “voluntad”, a pesar de todos los problemas económicos que agravó la pandemia. “La Provincia estuvo permanentemente y en gran forma para con los tandilenses”, aseguró y no se ahorró en comparaciones con la gestión de María Eugenia Vidal.
También refutó las frases “estamos poniendo todo en la pandemia” y que “no es posible acompañar a los sectores” afectados por las restricciones. En este caso, dijo que Desarrollo Productivo “subejecutó el 42 por ciento” de su presupuesto de 93 millones de pesos y comparó que gastó menos que lo destinado al pago de las cuotas por las cámaras de seguridad a partir del contrato con FiberCorp. En esa línea, también cuestionó la misión de la Usina, empresa de capital estatal mayoritario que no se aprovechó para dar una mano a pymes y vecinos durante la pandemia.
Por último, indicó que la Nación, “que tiene la billetera” le aportó a los vecinos de Tandil 1.400 millones de pesos, que se volcaron al consumo, pero además seguramente mejoraron la cobrabilidad de las tasas y de las facturas de la Usina.
Para cerrar, sostuvo que el Municipio no estaba en quebranto, la Provincia no estuvo “para nada” ausente, que “es cierto que se hizo un gran esfuerzo, naturalmente, pero es importante reflejar los números de los gastos extraordinarios en pandemia” y “que no era cierto que no había margen para ayudar a los sectores afectados”. Consignó que el Ejecutivo desafectó 142 millones de pesos -de unos 390 millones de distintas cuentas especiales- que toman dimensión comparados con un presupuesto de 3.900 millones de pesos.
Mano a mano en las distintas áreas
Tras esas primeras intervenciones, distintos concejales ofrecieron sus lecturas sobre la ejecución de los recursos en algunas áreas. En principio, el oficialista Andrés Mestralet señaló que ni siquiera en la crisis de 2001 el Municipio recaudó menos que lo estipulado en su presupuesto. Además, manifestó que los gastos de 2020 “se hicieron de manera equilibrada y austera”, priorizando “a la salud y a los sectores más vulnerables de nuestra ciudad”.
En paralelo, indicó que la oposición analiza la rendición “como una especie de auditoría, cuando en la Provincia no sabemos cuánto se ejecutó en 2020, ni muchos menos en el primer trimestre de 2021”. Lo mismo refirió de Nación, donde advirtió que para este año no se reservaron partidas de emergencia e hizo foco en la emisión.
Como chicana final, expresó que en esta realidad “hay números que deben perturbar” e hizo foco en las 75 mil víctimas de la pandemia, en la vacunación, la pobreza e indigencia, entre otros.
Desde el rente de Todos, Silvia Nosei salió al cruce y le recordó a Mestralet que muchas organizaciones sociales -“a quienes no nos tenemos que olvidar de agradecer” por “su trabajo a destajo- vieron incrementada la demanda de vecinos en situación de vulnerabilidad.
Agregó que “más de un 50 por ciento de la sociedad de Tandil está involucrada o acompañando a alguna organización social”, al tiempo que marcó que muchas campañas se las atribuye Desarrollo Humano cuando son las ONGs las que brindan la asistencia.
Cultura y Educación
Poco después, Daiana Esnaola (Frente de Todos) cuestionó que Educación fue una de las áreas “más subejecutadas” en el año. Si bien reconoció la caía en el arribo del Fondo Educativo, señaló que hay 34 millones de pesos en el banco que “esperan intereses o el año electoral”.
Por otra parte, criticó que no colaboraron con los jardines maternales, a pesar de los reclamos de las trabajadoras, y marcó que muchos cerraron durante el año pasado, cuando son “instituciones son muy importantes para la ciudad”. Al mismo tiempo, alentó a la comuna a apoyarlas durante este año ya que siguen afectadas por la Fase 2 y el confinamiento.
“Analizando esta rendición de cuentas, se podría haber hecho muchísimo más por la educación”, concluyó y citó otros reclamos de alumnos, como la discontinuidad de las becas Tandil Estudio.
También se refirió a los espacios culturales y lamentó el cierre definitivo de La Vieja Romería, noticia que se conoció durante las últimas horas. “Fueron escasos y nulos”, dijo sobre los esfuerzos del Municipio para sostener estos lugares.
Le contestó Cristian Cisneros (Juntos por el Cambio), quien aseguró que “este Gobierno apuesta a la educación” y reeditó los argumentos de que el Fondo Educativo primero se espera que llegue y se acumule, y luego se ejecuta. Como contracara, enumeró las obras, como en el CEF 42 donde “vamos a tener una pileta pública de magnitud impresionante” y la ampliación de la Escuela Secundaria 2.
Por otra parte, le recomendó a Esnaola que aprovechara sus contactos para gestionar la ayuda a los jardines maternales, ya que la educación “es responsabilidad de Provincia”.
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